El otro día leí la entrada «Una o dos tardes lluviosas» en el blog de Marcela Cavaglieri, sencillamante me encantó, el blog entero de Marcela me tiene enamorada. Las imágenes, como cuenta las cosas, la delicadeza de sus trabajos, soy una super fan de ella.
Creo que esta entrada, ahora que comienza el cole, viene de perlas porque nos permite reflexionar sobre lo que el aprendizaje debe ser. Ella presenta su entrada de la siguiente forma:
«La clase de Labores no contaba con nuestro respeto y la seriedad necesaria que los maestros demandaban y esperaban…
Era más bien la hora en la que más lío probablemente hacíamos pero de alguna manera u otra, nuestra maestra hizo que aprendiéramos algunas cosas…
Lo que hoy me hace pensar seriamente que aquella mujer, de quien no puedo recordar el nombre, era sinceramente extraordinaria.«
Ahora que mis chicos son mayores me doy cuenta de la presión a la que están (y estábamos) en el colegio. Los centros educativos deberían ser lugares para el aprendizaje y no para la competitividad. Quitar asignaturas como plástica para hacer que se refuercen otras áreas mas importantes como matemáticas o lengua me parece un tremendo error. Creo que el aprendizaje se puede adquirir de innumerables formas y que si el profesor es bueno el aprendizaje dejado en el niño le acompañará toda su vida.
¿Porqué os cuento esto? Porque hay veces que sin tener nada, estando en plena naturaleza, nosotros aprendemos mucho. Me encantan los momentos en los que el simple hecho de pasar tiempo juntos hace que aprendamos un millón de cosas, cosas que perdurarán en mis tres hijos para siempre.
Aprendemos a compartir espacios, a ayudarnos cuando no sabemos el camino y nos sentimos orgullosos cuando el camino se muestra despejado ante nosotros.
Aprendemos a que las cuestas si son muy altas hay que tener cuidado con ellas, cuesta subir y te puedes embalar al bajar… la princesa opta por sentarse… es lo mejor!!
Aprendemos lo que nos transmiten las imagen, conocemos la luz, los distintos planos y sobre todo el poder de una sonrisa
Aprendemos sobre ecología y como los brotes verdes salen hasta en las tierras más áridas, siempre existe la capacidad de comenzar de nuevo por muy malas que sean las cosas. Y si tienes una manta que te acompañe… nada malo te puede pasar!
Aprendemos sobre animales y la prehistoria
Y sobre todo disfrutamos de lo lindo con nuestros slow motion, porque para nuestra familia vivir «slow» ¡es fundamental!
Y a vosotros… ¿como os gusta aprender?
Un beso muy fuerte, ser creativos y felices.
Qué placer saber que te gustó mi post, te seguí los pasos y me encontré con el tuyo, con el que no podría coincidir más. Qué suerte tienen tus hijos! te puedo asegurar que recordarán todo ésto, sin importancia del tiempo que pase. Por supuesto de más está agradecerte la visita y quedamos en contacto!! ❤
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Gracias por tus palabras!! Aquí tienes una admiradora de tu trabajo 😘😘😘😘
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